CÓMO SER UNA SEÑORA


Con este proyecto queremos darle facilidades a todas, darles la esperanza de ser felices, evitando conflictos y dudas, enseñando la forma más adecuada de actuar en todos los aspectos de la vida, para no tener que pensar y que las respuestas salgan de nuestra naturaleza, que como mujeres tenemos intrínsecas, y no dejarnos contaminar por la esterilidad de la sociedad sintética y artificial en la que nos ha tocado vivir.


Desde muy pequeños, nuestros padres nos van inculcando normas de comportamiento que van marcando nuestra existencia y nuestra apariencia externa. Debe ir acompañada de reglas de cortesía que son necesarias para vivir en sociedad y para poder disfrutar de una vida tranquila.

El protocolo que debemos seguir como una biblia, es una disciplina que determina las formas bajo las cuales se realiza una actividad humana importante, son las pautas bajo las cuales se desarrolla una verdadera familia, porque desde el hogar se fabrica una sociedad sana. Además de saber, una señora, debe también ser, pues no solo con educación basta. Una esposa no es solo cultura, formación, educación o amabilidad, es un conjunto de todos esos elementos, que combinados hacen posible que una señorita, se complete.

Muchas veces nos hemos encontrado con mujeres que a pesar de su buena posición, carecen de cualquier tipo de contenido, encontrándose, psicológicamente, discapacitadas para hacer feliz a su marido y a los suyos.
Para lograr un equilibrio en nuestras relaciones, deberíamos saber que nuestro comportamiento es más importante que cualquier acto que cometan los nuestros a lo largo de sus vidas.

El glamour es lo último que una dama pierde, se define como el encanto que posee una persona que impresiona y que deja huella. No solo es la belleza física de una mujer, es la sofisticación, la elegancia, se ve reflejado en todos los aspectos  de la cotidianidad, en su manera de vestir, de mirar, en su pulcritud, bien perfumada,  y  no solo asociado al lujo y al refinamiento, sino en su manera de actuar. Pero de esto no se escapan los hombres, no hay cosa más maravillosa que mirar a un hombre que lo tengan pulcro, bien vestido y elegante, que sea caballero y galante, sin perder su condición viril,  con la firmeza y rudeza de un hombre.

Todo nuestro comportamiento se ha de regir por los buenos modales, y no pueden faltar  en el trato para con los demás, sean o no de nuestro agrado, ese es el sacrificio impuesto al amor propio  por las relaciones sociales. Es no hacerse sentir molesta  por cosa alguna, o burlarse de los defectos de los demás, no anteponer nuestras exigencias al bienestar de los que nos rodean,  hay que callar con gracia para nunca ir tan lejos que se pueda herir el amor propio de alguna persona. Es el respeto  y  amor a los tuyos.

Tener buena educación nos ayuda a saber qué hacer en casi todas las situaciones cotidianas, es conveniente que sea una tarea diaria y constante, es ser agradecida ante la vida que nos regalan. Es nuestra obligación y nuestro deber.



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